Casi sin darnos cuenta hemos llegado al final del Camino. El final de una Vuelta Ciclista a España 2014 que culminamos con el buen sabor de boca del deber cumplido tiñendo de verde todos los rincones del país por los que hemos ido pasando y con el premio de ver a nuestro equipo, el Caja Rural – Seguros RGA, en lo más alto del pódium.
Ciertamente esos eran los objetivos principales con los que arrancábamos esta aventura a finales del mes de agosto en tierras jerezanas y con la satisfacción de haberlos conseguido es cómo nos despedimos desde Santiago de Compostela.
Atrás quedan miles de kilómetros, vivencias inolvidables y un esfuerzo compartido por parte de todos para afianzar una presencia y un cariño hacia Caja Rural y Seguros RGA que hemos podido percibir como cada vez es mayor precisamente gracias a esa suma de esfuerzos tanto dentro como fuera de la carrera.
La última jornada ha sido bastante atípica y complicada al tratarse de una contrarreloj de apenas 10 kilómetros con la complicación de que hay actividad tanto en salida como en meta de forma simultánea y con un cambio horario para Parque Vuelta que se ha desarrollado antes de arrancar la etapa en lugar de después como es costumbre.
No obstante, hay que decir que la jornada empezó con el pie cambiado para toda la expedición de Seguros RGA formada por Pablo Gonzalez de Castejón, Dania Almenar, Carlos de la Peña, Carlos González, Julio Ignacio Fernández, Emilio Pírez, Juan Luis Cano, Ignacio González, Arturo Marín y Fernando Díaz que se desplazaba desde Madrid y que tuvo que sufrir un retraso de 3 horas en su vuelo. De nuevo tocaba improvisar para ver como se podía reorganizar todo el equipo y poder estar presentes en todos esos puntos de interés que se desarrollaban a la vez.
Y por si con esto no había bastante, la lluvia hizo acto de presencia en carrera justo cuando se empezaba a repartir un merchandising que hubo que dejar de entrar por recomendación de la organización para evitar problemas a los corredores en un circuito que se convirtió en bastante peligroso con la lluvia.
No obstante, lo que sí se pudo hacer con normalidad fue nuestra última fan zone en Parque Vuelta con un gran equipo formado de nuevo por los compañeros y compañeras de la Caixa Rural Galega que repitieron por segundo día en Santiago de Compostela y por una nutrida expedición de Seguros RGA que por fin pudo llegar.
Una vez más, nuestro stand volvió a ser el centro de atención acumulando kilómetros a un ritmo vertiginoso hasta el punto de superar los 800. En total se han conseguido acumular más de 12 toneladas de alimentos a lo largo de toda la vuelta. ¿No os parece una pasada?
En fin, tras este último Parque Vuelta llegó el momento de disfrutar del final del camino en el espectacular escenario que fue la Plaza del Obradoiro y de disfrutar viendo a nuestro corredor, Luis León Sánchez, recibiendo el maillot del Gran Premio de la Montaña.
Y una vez cumplido todo el protocolo de esta última etapa, llegó el momento de celebrar todos juntos el final de esta aventura. Todos juntos y bien vestidos y uniformados del verde de Seguros RGA con el que nos fuimos paseando por las calles de Santiago y que fuimos luciendo en la fiesta de despedida de la Vuelta donde todo el mundo iba con sus picos pardos y nosotros con los nuestros, nuestros polos de Seguros RGA. Entre risas y buen ambiente llegó la hora de la despedida.
No puedo marcharme sin expresar mi agradecimiento, reconocimiento y admiración a todas las personas con las que he ido compartiendo a diario esta maravillosa aventura. Reconocimiento y admiración es lo único que puedo decir sobre el trabajo de Óscar Serrulla, María de Frutos, nuestro Speaker, Vicente Aguado, nuestro chófer caravanero, Luis, o nuestro mecánico de cabecera, Modesto. Utilizando el célebre grito de guerra que tanto se ha escuchado en Parque Vuelta, para todos vosotros mi más sonoro ¡auauauauauaauauauauauaauuauauaauauaua…!
Lo mismo tengo que decir de todos los voluntarios, tanto de Seguros RGA como de las diferentes Cajas Rurales, que a diario han ido convirtiendo los diferentes puntos de interés de la carrera en un hogar para todos nosotros y para todas las personas que por allí se acercaban, poniendo de manifiesto que todos juntos somos una gran familia. Su trabajo encomiable y silencioso ha sido la clave del éxito cosechado por nuestros stand y nuestro merchandising. ¡Enhorabuena a todos!
Y, por supuesto, no me queda otra que expresar mi agradecimiento eterno a Seguros RGA y Pablo González de Castejón por confiarme la misión de poner letra, voz e imágenes al espectacular esfuerzo de todos vosotros en este gran reto que es la Vuelta Ciclista a España. Como bien sabe el gran Germán Corona (que ya para mí siempre será Germán ‘Indurain’ Corona), desde el primer instante en el que pisé Seguros RGA ya me sentía parte del equipo. Pero gracias a todos vosotros puedo decir con orgullo que soy y seré uno de los vuestros. Uno de los nuestros.
Como veis, hoy es un día con más palabras a título personal que de costumbre. Hoy es un día donde ya toca lanzarse a tumba abierta y mostrar todo lo que llevamos dentro. Porque hoy miro atrás y no puedo evitar esbozar una sonrisa repasando los grandes momentos que nos han deparado estas tres semanas. También los ha habido muy difíciles, pero de la misma manera sonrío al recordarlos porque son los que engrandecen aún más esta aventura.
Pero, sobre todo, hoy miro atrás y no puedo evitar ver a ese niño de Las Salinas del Cabo de Gata que pasó tantas tardes de verano haciendo la Vuelta a España con chapas, vibrando con los juegos de cartas de los ‘Ases del Ciclismo’ o desesperado por encontrar una radio a la salida del ‘cole’ para ver como iba la carrera. Ese que tenía empapelada su habitación de recortes de periódico con las gestas de su ídolo absoluto, Miguel Indurain, ese que devoraba kilómetros con su bicicleta Orbea de carretera y al que el asfalto de le dejó marcado en el codo para siempre el verano del 98 en forma de cicatriz.
En definitiva, ese que gracias a Seguros RGA ha vuelto a estar más presente que nunca y que no tiene pudor alguno en reconocer que no ha podido evitar las lágrimas de emoción apuntalando estas líneas al culminar con ellas el sueño de toda una vida. Este que os escribe feliz y agradecido.
Fran García.