La Vuelta a España ha vuelto a coger ritmo este martes en una jornada siempre atípica como es la de una contrarreloj que llega, además después de un día de descanso. Más de una vez hemos comentado que las cronos tienen la particularidad y la dificultad de que todo, salida, carrera, eventos y meta, pasa a la vez.
Además, en este caso contamos con el condicionante añadido de encontrarnos fuera de nuestro país por lo que tampoco contamos con la presencia ni de invitados ni de voluntarios de Caja Rural y Seguros RGA.
Así que todas estas circunstancias son los que me han permitido vivir una jornada diferente con doble paso por el recorrido de la crono aunque con misiones y sensaciones bien distintas ya que primero he vivido el recorrido formando parte de la caravana publicitaria y luego siguiendo a uno de nuestros corredores, mi paisano de El Ejido (por mucho que en su letrero de seguimiento en el coche le hayan puesto bandera de Colombia), Cristian Rodríguez.
En cuanto a lo primero, el hecho de ir en la caravana me ha servido para volver a corroborar lo gratificante de poder hacer feliz a todas las personas que se cruzan con nosotros con el simple hecho de hacerles llegar cualquier detalle del equipo.
Eso es algo que conoce bien nuestro chófer, Javier, que ya desde primera hora tunea el coche con imanes para que todo el que se acerque pueda coger uno de ellos y que hoy ha sido mi compañero de aventuras en la primera parte del día.
Y es que ya lo dice nuestro hastag: #SúmateAlVerde. Y como yo estoy aquí para sumar pues no he dudado en subirme a la caravana a repartir ‘merchan’ en esta ocasión en la que la etapa y las circunstancias lo permitían.
Sobre esta experiencia hay que resaltar la prudencia y educación con la que la gente que asistía al paso de la caravana nos solicitaba, primero, y nos agradecía, después, cualquier detalle de los que tenemos del equipo. Y también me ha llamado la atención como todos se habían aprendido alguna palabra como ‘hola’, ‘aquí’ o ‘dame’ para llamar nuestra atención.
En cualquier caso, lo cierto es que el ir en la caravana me ha vuelto a resultar una experiencia bonita, divertida y gratificante y me ha permitido hacer una primera aproximación a un circuito de contrarreloj tan bonito como exigente y con algunos giros bastante complicados.
Desde luego, nada tiene que ver el ritmo y el ánimo con el que he dado esa primera vuelta en la caravana al ritmo, el ánimo y la tensión con el que he afrontado la segunda. Y es que, en este caso, no íbamos paseando y buscando la felicidad de la gente sino que he ido siguiendo a un Cristian Rodríguez que ha sido el mejor de los nuestros en meta en una crono donde la premisa era ir lo más rápido posible pero siempre primando la seguridad para evitar riesgos innecesarios.
Aun así, desgraciadamente, uno de los sustos de la jornada ha llegado de la mano de otro de los nuestros, Gonzalo Serrano, que ha sido objeto de una caída en una curva y que ha acabado con un fuerte golpe en el hombro. Afortunadamente, eso sí, se ha descartado la fractura.
No obstante, volviendo al seguimiento de Cristian Rodríguez, lo cierto es que siempre es una gran experiencia vivir la carrera desde dentro del coche de equipo. Y lo mejor de todo es que son muchos los trabajadores y clientes del Grupo Caja Rural los que tienen la oportunidad única de vivirla.
Y lo que siempre es seguro es que por rara y difícil que sea la etapa va a haber banderitas de Caja Rural – Seguros RGA en meta. Y para ello ha hecho todo lo preciso un día más nuestro Óscar Serrulla que se ha partido el pecho para cruzar de un lado a otro de la meta y repartir unas banderas que, por más que trataba de explicarles a los seguidores que eran para hacer ‘animation’, buena parte de ellas han acabado enrolladas y como preciado recuerdo del paso de La Vuelta. Cuestión de aficiones y costumbres.
Mañana regresamos a España. Navarra nos espera. Así que jugamos en casa.
Buenas noches… o días.
GALERÍA DE IMÁGENES